
Discworld 2: En esta ocasión nos volvemos a meter en la piel de Rincewind, el mago más torpe, cobarde y descuidado del Mundodisco, el antihéroe por excelencia. Unos días antes, tras una noche de juerga y cogorza con el bibliotecario, se topa con un artefacto terrorista a punto de estallar. Durante parte de la introducción veremos cómo intenta desarticular el aparato infructuosamente, de tal modo que acaba explotando en mil pedazos y salen ellos dos disparados junto a la Muerte, que, casualmente, iba a aparecer en escena dispuesta a sesgar la vida de alguien.

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